No es que me ilusione o me moleste, ya que en realidad me da un poco igual. Es algo muy relativo eso de cumplir años, pero es bonito ver que hay gente que se acuerda de uno y que llama o manda mensajes. Gracias a todos.
Tambien se que hay uno o dos que me quieren y no saben que es mi cumpleaños, pero creo que no saben siquiera cuando es el suyo. No os preocupeis, os quiero como sois, o quizás por cómo sois.
Lo que si es verdad es que cumplir años implica tambien un momento de reflexión. No se si os pasa a vosotros, pero cuando ya tienes una edad, 39 en mi caso, te planteas mas cosas acerca del tiempo y de lo que haces con él. En realidad el tiempo como concepto es algo que me ha interesado desde que tengo recuerdos. Incluso es fundamental en la forma en la que entiendo mi trabajo. Es tan extraño y tan incomprensible que de obvio resulta ridículo hablarlo, pero las preguntas de los niños a veces son difíciles de contestar.
Decía Peter Handke:
"Cuando el niño era niño era el tiempo de estas preguntas:
¿por qué yo soy yo y no soy tu? ¿por qué estoy aqui y por qué no allá? ¿cuándo empezó el tiempo y dónde acaba el espacio? ¿es la vida bajo el sol tan solo un sueño? lo que veo y oigo y huelo ¿no es sólo la apariencia de un mundo frente al mundo? ¿realmente existen el mal y gente que es mala? ¿cómo es posible que yo, el que yo se que soy no haya sido antes de existir y que alguna vez yo, el que soy ya no seré mas quien soy?"
Ya no soy un niño pero todavía me planteo muchas de estas preguntas, y no se si esto es bueno o malo.
Alguien me dijo una vez que lo jodido no es morirse sino morirse con la sensación de no haber vivido lo suficiente. La vida es corta o larga, según la veas, dura o agradable, según momentos, sorprendente o aburrida, según tus ganas. No os cuento nada que no sepa todo el mundo. Perogrulladas, diría mi madre. Pero creo que haber vivido lo suficiente no tiene nada que ver con el tiempo ni con la cantidad de cosas que haces. Si lo pienso me faltan un montón de cosas por hacer, como a todos supongo, pero a decir verdad no me puedo quejar de lo que me ha tocado. He recibido mucho amor (quizás mas del que me merezco) y he sentido mucho amor. Hay mil cosas de mi que cambiaría, pero ya me cuesta mucho seguir siendo el mismo. Intento cada día ser la misma persona y acostarme cada noche sin reproches. Y aunque no siempre lo consigo, mis momentos felices superan con creces a mis malos momentos. Y estos momentos felices tienen mucho que ver con la gente que se ha cruzado conmigo por la vida. Por eso, gracias a todos y todas por haber formado parte de mi. Sin excepción.
La de la foto es Vera, una de mis amiguitas-sobrinitas, que está comenzando en la vida. No está enfadada, está gritando "Pero vamos a jugar!!!" Es fantástica. Otro día os hablaré de ella.
