Se acabó el tiempo de las princesas. Ya no hay dragones ni caballeros de brillante armadura. No hay brujas con verrugas, ni manzanas envenenadas, ni espejos mágicos. Se acabaron los cuentos. Blancanieves es cajera de un super y Cenicienta sigue fregando suelos. Pulgarcito se perdió en el bosque y se hizo yonki. A Hansel y Gretel se los comió una multinacional.
No quedan cuentos que contar. Ahora nos toca dormir solos y con miedo.
¡Por favor, deja la luz del pasillo encendida!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
¡Por fin! ¡es la hora de los mediocres! o mejor aun, de los tarados, ¡viva Acción Mutante!
Y yo acabo de ver a Caperucita en una página de contactos ¡Viva la Micción Andante!
Mira que son tétricas!
Si señor, optimismo sin freno. ;-)
Publicar un comentario