lunes, 5 de enero de 2009

Otro año se acaba y el destino era esto *


Ourense, Nadal 2008

Bueno, pues ya está. Ya pasó. Ya pasaron las fiestas y ya podemos volver a ser ruines y egoístas sin que nos dé remordimiento. Ya podemos dejar de sonreír en el ascensor y desear suerte en las tiendas. Ya podemos volver a las malas caras, al ceño fruncido y las noches tristes. Poco a poco dejaremos de lado los buenos propósitos y no terminaremos los fascículos. El inglés, el gimnasio, el dejar de fumar, se diluirán en ese día a día poco amigo de los cambios.

Estas fiestas no me interesan casi cada, salvo los días libres y la escusa de reunirte con gente que habitualmente no ves. La parte religiosa no la comparto y la idea del regalo obligatorio me repele. Pero me gusta sentir el punto de inflexión que marca en la vida colectiva. Algo acaba y algo comienza, aunque sea algo simbólico y establecido. Es un momento para hacer balances y pagar cuentas, algunas vividas y algunas soñadas. ¿A cuanta gente he hecho daño? ¿Soy mejor que el año pasado? ¿He hecho que alguien sea un poco mas feliz?

El final de un año y el principio de otro tiene algo de renacimiento y de ilusión, aunque luego la vida no sea capaz de reinventarse y a pesar de los buenos propósitos siga siendo la misma aceitosa sucesión de días sucios.(Leyendo el periódico de ayer comprobé que el año que acaba de comenzar será igual que siempre: a los palestinos los están masacrando de forma cobarde e ilegal; la crisis provocada por unos ladrones avariciosos provocará que sólo en España un millón de personas se queden en paro; el gobierno está comprando derechos de emisión de CO2 a otros países para poder seguir vertiendo mierda al aire ante su incapacidad para producir de forma limpia... Y esto sólo leyendo la portada.)

Y lo que viene será mas duro, dicen. A muchos les gustaría pasar directamente al 2010 sin que el temible 2009 les pase por encima con todo el peso muerto de esta crisis que intimida mas que la voz de Darth Vader.

Como decían Los Planetas, si alguien del futuro casualmente oyese (leyese) esto, que venga a rescatarnos, que me salve a mi primero.

(Alguien a quien quiero dice que hay que ser un poco mas optimista ante este panorama. Vale, pues como leí el otro día en nosedonde: "Ante el pesimismo de la realidad, el optimismo de la voluntad")

En fin. Otro año se acaba y el destino era esto.


*Versión libre de un verso de Mario Benedetti

4 comentarios:

Kai Försterling dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kai Försterling dijo...

Yo creía que era una versión libre de la bienvenida del cementerio de Ourense.
Besos.

Ferran dijo...

Tienes más razón que un santo, aunque ignoro porqué los santos deben de tener más razón que el resto de los mortales (clarísima sinrazón).
Besazos

Anónimo dijo...

Prodígate más, igual es otro de los fascículos que tienes que completar. Feliz año!